¿CÓMO AYUDAR A LOS NIÑOS EN SUS TAREAS ESCOLARES?
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RECOPILACIÓN DE ESTRATEGIAS QUE PUEDEN AYUDAR A
SUS HIJOS A RENDIR EN LA ESCUELA
LIC. VALENTINA ROTONDARO
Los Deberes
Escolares son una proyección del programa escolar para que los niños puedan
asimilar las enseñanzas recibidas. Cumplen una función importante en la
educación integral de los niños y los padres debemos apoyarlos.
Pero a veces este apoyo termina por convertirse en
una batalla con el niño para que haga sus tareas, haciendo que este momento sea
una verdadera pesadilla para muchos.
Las
tareas escolares buscan afianzar los conocimientos aprendidos en clase. Para
ello, es fundamental la presencia y el tiempo de los padres, quienes
supervisarán las mismas y les enseñarán a sus hijos una serie de rutinas.
La palabra clave es ayudarlos a que sean autónomos en la realización de sus
tareas escolares. Ayudarlos en sus tareas no es lo mismo que hacérseles.
Pero es importante apoyarlos a desarrollar una serie de hábitos para que el
niño pueda solo.
Es
importante que los padres dejen al niño que haga solo sus tareas y si ven
errores enseñarle a que él mismo los encuentre en lugar de decirle: "borra
esto y pon esto acá". “El niño debe ser autónomo para encontrar sus
fallas”.
ELEMENTOS BÁSICOS
Antes de entrar en la discusión sobre cómo
ayudar a su niño con la tarea, es importante dialogar un poco sobre las razones
por las cuales los maestros asignan tarea y cómo ésta beneficia a su hijo.
¿Por qué asignan tarea
los maestros?
Los maestros asignan tarea por muchas
razones. Entre ellas, la tarea ayuda a que los estudiantes:
★ Repasen y
practiquen lo que han aprendido en clase;
★ Se preparen
para la clase del día siguiente;
★ Aprendan a
utilizar los recursos a su disposición como la biblioteca, los materiales de
referencia y sitios en el Internet para buscar información sobre algún tema;
★ Exploren temas
más a fondo de lo que el tiempo en el aula permite;
★ Amplifiquen su
aprendizaje al aplicar destrezas que ya han desarrollado situaciones nuevas.
★ Integren su
aprendizaje al aplicar varias destrezas a una tarea singular, como preparar un
informe o realizar un proyecto científico.
La tarea también puede ayudar a que los
alumnos desarrollen buenos hábitos de estudio y actitudes positivas. La tarea
suele:
★ Enseñarles a
trabajar independientemente.
★ Alentar un
sentido de disciplina interna y responsabilidad (las tareas suelen ser la
primera experiencia que los niños tienen en la administración efectiva de su
tiempo y cómo cumplir con sus responsabilidades a tiempo).
Además, la tarea puede ayudar a crear un
mejor entendimiento entre las familias y los maestros y ofrecer oportunidades
para una mejor comunicación.
Supervisar
la tarea mantiene a las familias informadas sobre lo que los niños están
aprendiendo y sobre los reglamentos y los programas del maestro y de la
escuela.
¿De qué manera ayuda la tarea a que
los niños aprendan?
La tarea le ayuda a su niño
a desempeñarse mejor en la escuela cuando se le encarga trabajo sustancioso,
cuando termina la tarea a tiempo y cuando el maestro la revisa y se la regresa
con revisiones o correcciones útiles. Una tarea debe tener un propósito
específico, debe tener instrucciones claras, y debe encajar bien con las
habilidades del niño, además de ser útil para el desarrollo de conocimiento y
destrezas específicas.
En los primeros
años, la tarea puede ayudar en el desarrollo de
los buenos hábitos de estudio y de una buena actitud, como ya
hemos mencionado. Del tercer grado al sexto,
se debe asignar un poco de tarea, aumentando gradualmente con cada curso
escolar; esto apoyará el rendimiento escolar. Del
séptimo grado en adelante,
los alumnos que hacen más tarea generalmente rinden mejores resultados en los
exámenes estandarizados, y sacan mejores notas que los estudiantes que hacen
menos tarea. La diferencia en puntuación y calificaciones entre los alumnos que
hacen más tarea y los que hace n menos, aumenta a medida que los alumnos
suben de grado.
¿Cuánta tarea es la cantidad adecuada?
La
cantidad adecuada depende de la edad y las destrezas académicas de cada niño.
Las organizaciones nacionales de padres y maestros sugieren que los niños en
los grados desde el kindergarten hasta el segundo
grado sacan mayor provecho de la tarea que dura
de 10 a 20 minutos cada día. Entre los grados del tercero
al sexto, los niños aprovechan más con tarea que
tardan de 30 a 60 minutos en completar. Cuando llegan a los grados del séptimo
al noveno, los alumnos se benefician más invirtiendo
horas adicionales en la tarea, pero la cantidad puede variar cada noche.
La
cantidad de tarea cada día puede divergir de lo que aquí sugerimos, para algunos
alumnos y en ciertas situaciones. Por ejemplo, las tareas relacionadas con la
lectura quizás deben durar más de lo que hemos sugerido aquí, puesto que la
lectura en casa es particularmente importante. Si a usted le preocupa la
cantidad de tarea que recibe su niño, ya sea porque le parece excesiva o
insuficiente, dialogue con el maestro e infórmese sobre los reglamentos que él
aplica hacia la tarea.
Cómo
ayudar:
Demuestre que la educación y la tarea son
importantes para usted
Los niños necesitan saber que los miembros
de su familia valoran la tarea. Si ellos perciben que es importante para su
familia, los niños sienten que hay una buena razón para terminar su tarea y
entregarla a tiempo. Usted puede hacer varias cosas para demostrar que usted
valora su educación y la tarea que le asignan.
Fije una hora para
hacer la tarea
Tener
una hora fija para hacer la tarea ayuda a los niños a terminar con sus deberes.
El mejor horario es el que mejor funciona para su niño y su familia. El arreglo
que funciona bien en una familia quizás no dé buenos resultados en otra. Claro
está que un buen horario depende en parte de la edad del niño así como de sus
necesidades específicas. Por ejemplo, un niño quizás sea más eficaz con la
tarea durante la tarde, haciendo su tarea antes o después de una hora de juego,
y otro compañero obtiene mejores resultados haciendo la tarea después de la
cena. Sin embargo, no permita que su niño deje la tarea para lo último,
tratando de completarla justo antes de acostarse.
Las actividades extracurriculares, como los
deportes o las clases de música, quizás requieran que su horario para la tarea
sea algo flexible. Quizás sea mejor que su niño estudie después de la escuela
algunos días y en otros días haga la tarea después de cenar. Si no hay
suficiente tiempo para hacer la tarea, quizás sea mejor que su niño limite sus
actividades extraescolares. Hágale saber que la tarea es su mayor prioridad.
Usted tendrá que ayudarle
a su niño a fijar un horario mientras él esté en la primaria. Un niño mayor
deberá poder determinar su horario con mayor independencia, aunque usted debe
asegurar que funcione bien. Puede ser útil que usted apunte su horario en un
calendario y lo mantenga a la vista, como pegado a la puerta del refrigerador.
Algunas familias han fijado un tiempo
específico que sus hijos deben dedicar a la tarea o a alguna otra actividad
educativa durante la semana (la duración puede variar según la edad de cada
niño). Por ejemplo, si su joven de séptimo grado sabe que usted espera que
dedique una hora entera para estudiar, hacer la tarea o realizar una
investigación en la biblioteca, lo más probable es que no se va a apresurar
demasiado para acabar pronto para poder ver la televisión. Un período fijo cada
noche también lo desalentará a “olvidarse” de la tarea y le ayudará a adaptarse
mejor a una rutina.
Escoja un buen lugar
La zona de estudio no tiene que ser algo
demasiado especial. Un escritorio en el cuarto sería bueno, pero para muchos
niños, la mesa de la cocina o una esquinita en la sala funcionan perfectamente
bien. Lo que sí es importante es que la zona de estudio tenga buena iluminación
y que no haya demasiado ruido.
A su niño le puede agradar decorar su zona
de estudio. Una planta, un recipiente de color brillante para guardar sus
lápices y plumas, y sus proyectos de arte favoritos sobre las paredes pueden
crear un ambiente acogedor para enfocarse en el estudio.
Elimine las
distracciones
Apague la televisión y limite el número de
llamadas sociales que su niño puede recibir durante la hora de estudio (aunque
una llamada a un compañero de clase para aclarar algo sobre la tarea quizás
pueda ser útil).
Algunos niños pueden trabajar muy bien con
un poco de música de fondo, pero los ruidos fuertes del radio, de los CD’S o
del televisor nunca son aceptables.
Si usted vive en una casa pequeña o su
familia es bastante bulliciosa, trate de conseguir que todos los miembros de la
familia participen en una actividad callada durante la hora de estudio. Si
necesita sacar a un niño pequeño a jugar al patio o a otro cuarto, hágalo. Si
es imposible evitar las distracciones, quizás su niño pueda terminar su trabajo
en su biblioteca local.
Tenga materiales a la
mano e identifique los recursos necesarios
Tenga materiales escolares como lápices,
plumas, borradores, papel de escritura y un diccionario a la mano. Otros
materiales que pueden ser útiles incluyen: una grapadora, sujetapapeles, mapas,
una calculadora, un sacapuntas, cinta adhesiva, pegamento, tijeras, una regla,
tarjetas, un diccionario de sinónimos y un almanaque. Si es posible, mantenga
todos los materiales para el niño en un solo lugar. Si no es posible obtener
estos materiales para su niño, hable con la maestra, con el consejero escolar o
con el director para localizar algunas fuentes de apoyo.
Para obtener libros y otros materiales de
consulta, por ejemplo, guías sobre sitios en el Internet que sean
recomendables, hable con el personal de la biblioteca escolar o en su
biblioteca pública. Algunas bibliotecas tienen “centros de tarea” especialmente
diseñados para ayudar a los niños a completar su tarea (algunas ofrecen tutores
y otros tipos de ayuda individual).
Aclare con la maestra de
su niño cuáles son los reglamentos de su escuela en relación con el uso de la
computadora para hacer tarea. Sin duda las computadoras son herramientas
excelentes para el aprendizaje y para ayudar con la tarea. Su niño puede utilizar
la computadora no sólo para escribir informes y para investigar algún tema
mediante el Internet, sino también para “dialogar” electrónicamente con sus
maestros y compañeros sobre la tarea y el material que están tratando en clase.
En muchas escuelas, los maestros ponen información sobre la tarea que asignan y
el trabajo del día en sus propios sitios en el Internet, y algunos cuentan con
pizarras electrónicas donde los alumnos pueden compartir mensajes con el
maestro o entre sí. Pero no es indispensable tener una computadora en casa para
que su niño tenga éxito haciendo su tarea. Algunas escuelas ofrecen programas
después de horas de clase que permiten que los niños hagan uso de las
computadoras de la escuela. Y muchas bibliotecas públicas tienen computadoras
disponibles para los niños.
Dé un buen ejemplo
Demuéstrele al niño que su aprendizaje
forma una parte importante de las cosas que se anticipe que haga como adulto.
Permita que él lo vea leyendo libros, periódicos y trabajando en la
computadora; escribiendo informes, cartas, mensajes electrónicos y listas;
usando las matemáticas para balancear las cuentas de la casa o midiendo el piso
para comprar la nueva alfombra; haciendo cosas que requieran de esfuerzo y
razonamiento. Hable con su niño sobre lo que usted hace en el trabajo todos los
días.
Ayude a su niño a utilizar las destrezas
que está aprendiendo al desempeñar las rutinas diarias de la casa—por ejemplo,
enséñele a jugar juegos de palabras y de matemáticas; ayúdele a buscar
información sobre las cosas que le interesan— cantantes, atletas, carros,
exploración espacial, o demás; y hable sobre lo que ven y escuchan al caminar
en su vecindario, al ir de compras al centro comercial o cuando visitan el
zoológico o un museo.
Interésese y sea interesante
Aparte el tiempo necesario para llevar a
su niño a la biblioteca para sacar materiales que le ayuden a hacer la tarea (y
para disfrutarlos) y lea con su niño tan a menudo como le sea posible. Hable
con él sobre la escuela y sobre actividades educativas durante sus
conversaciones familiares. Pregúntele que discutieron en clase hoy. Si él no
tiene mucho que decir, use otras tácticas. Por ejemplo, pídale que le lea en
voz alta una historia que escribió en la escuela o que hable sobre algo que
descubrió en sus experimentos de ciencias.
No deje de asistir a las actividades
escolares, tales como las conferencias entre padres y maestros, presentaciones
de teatro, conciertos, días de visita y eventos deportivos. Si es posible,
ofrézcase como voluntario en el salón de su niño o para ayudar durante eventos
especiales. Si usted conoce algunos de los compañeros de su niño y sus
familias, usted creará una red de apoyo para ustedes. También le demuestra al
niño que el hogar y la escuela forman un equipo fuerte.
Cómo ayudar: Supervise la tarea
Los niños hacen la tarea con mayor
regularidad cuando sus padres supervisan su trabajo. Qué tan cuidadosamente
usted prefiera supervisar la tarea depende de la edad de su niño, qué tan
independientemente se desempeña y cómo le está yendo en la escuela. No importa
la edad de su niño, si no está completando su tarea satisfactoriamente,
definitivamente necesita mayor supervisión. Aquí le damos algunas sugerencias
para supervisar mejor la tarea de su niño.
Infórmese acerca de los reglamentos escolares sobre la tarea
Al comienzo del curso escolar, pida que el
maestro de su niño le clarifique los reglamentos o principios con que se espera
que su hijo cumpla al hacer su tarea. Las expectativas de los maestros varían
en relación con el papel que anticipan que los padres jueguen. Algunos maestros
esperan que los padres supervisen cuidadosamente la tarea, mientras que otros
sólo esperan que se aseguren que los niños la terminen y la entreguen a tiempo.
Pídale al maestro que lo llame si surgen problemas con la tarea. Déjele saber
que usted hará lo mismo.
Esté presente
Muchos alumnos de primaria prefieren que
alguien esté con ellos para responder a sus preguntas mientras trabajan con su
tarea. Si a su niño lo cuidan terceras personas, hable con ellos para aclarar
de qué manera usted desea que trabaje con él para hacer la tarea. Para un niño
mayorcito, si no hay nadie que lo supervise, hágale entender a qué hora usted
espera que se ponga a trabajar, y llámele para recordárselo si es necesario.
Sin embargo, si el maestro ha dicho que
espera que los alumnos hagan la tarea por su propia cuenta, limite su ayuda a
solamente revisar que la tarea sea clara y que su niño tenga los materiales que
necesita. Si los padres se involucran demás, los niños pueden hacerse demasiado
dependientes de su ayuda—y la tarea deja de ser útil para ayudarles a
independizarse y responsabilizarse.
Revise la tarea
Generalmente es una buena idea revisar la
tarea para asegurarse que los niños de primaria la hayan completado bien. Si su
alumno de secundaria está batallando para acabar la tarea, revísela también.
Cuando el maestro se la regrese calificada, lea sus comentarios para ver si su
niño ha cumplido con tarea a la satisfacción del maestro.
Supervise el uso de la televisión y los juegos electrónicos
Los niños norteamericanos
pasan mucho más tiempo viendo programas de televisión o jugando juegos
electrónicos que haciendo las tareas escolares. En muchos hogares, se cumple
mucho mejor con las tareas cuando la televisión y los juegos se limitan.
Una vez que usted y su hijo hayan
determinado un horario para estudiar, dialoguen sobre cuántas horas y qué programas de televisión puede ver. Vale
señalar que la televisión puede ser muy educativa. Busque programas que se
relacionan con el material que su niño está aprendiendo en la escuela, tales
como programas sobre la historia, las ciencias o presentaciones
dramáticas basadas en la literatura infantil. Cuando le sea posible, siéntese a
ver la televisión con su niño, dialoguen sobre los programas que ven, y hagan
actividades que amplifiquen el tema mediante la lectura o una visita al museo.
También ponga límites al uso de los juegos
electrónicos. Al igual que los programas de televisión, esté alerta de los juegos
que le interesan a su niño y hablen sobre qué juegos quiere jugar.
Cómo ayudar: Ofrezca buen apoyo
La regla más básica es, “No le haga la
tarea al niño”. Esta no es su tarea—es la tarea de su hijo. “Yo he recibido
trabajos que están en la letra misma de los padres,” dice un maestro de octavo
grado, quejándose. Hacerle la tarea al muchacho no le ayudará en lo más mínimo
a comprender y utilizar información. Y tampoco le ayudará a fomentar la
seguridad en sí mismo.
Aquí le ofrecemos algunas sugerencias para
ofrecer apoyo sin tomar un papel indebido con las tareas escolares de su hijo.
Ayude a que su niño se
organice bien
Ayúdelo a crear un buen horario y póngalo
en un lugar donde los dos lo pueden consultar fácilmente. Al apuntar la tarea y
cuándo la tiene que entregar, su niño se irá acostumbrando a seguir un plan y a
tener en mente qué trabajos debe y cuándo los tiene que entregar. Si su niño
todavía no aprende a escribir, escríbale su calendario escolar hasta que él
pueda hacerlo por sí mismo.
Una mochila o bolsa para los libros le
facilitará cargar su tarea de la casa a la escuela. Consígale carpetas para que
guarde su tarea en un lugar seguro y se mantenga organizado.
Fomente
los buenos hábitos de estudio
Los maestros generalmente ofrecen consejos
sobre cómo estudiar eficazmente. Pero se requiere de tiempo y práctica para
desarrollar buenos hábitos de estudio. Para reforzar los buenos hábitos en
casa, usted puede:
★ Ayudarle
a administrar bien su tiempo para completar su tarea cuando debe. Por ejemplo,
si su hijo está en octavo grado y tiene que entregar un informe de biología en
tres semanas, hable sobre todos los pasos que deberá tomar para completar el
informe a tiempo, incluyendo:
1.
Seleccionar un tema;
2.
Completar la investigación buscando en libros o en otros materiales la
información que necesita y hacer buenos apuntes;
3.
Escoger cuáles son las preguntas más pertinentes para desarrollar su tema;
4.
Preparar un bosquejo;
5.
Escribir el primer borrador; y
6.
Revisar y completar la versión final.
Ayude
a su hijo a completar un cuadro que demuestre cuánto tiempo anticipa invertir
en cada paso.
★ Ayudarle
a comenzar una monografía, un trabajo de investigación o algún otro trabajo
grande. Aliéntelo a utilizar la biblioteca. Si no está seguro cómo comenzar,
sugiérale que pida ayuda al personal de la biblioteca. Si está utilizando una computadora para buscar materiales de
referencia—ya sea que la computadora esté en casa, en la escuela o en la
biblioteca—asegúrese que está obteniendo la ayuda que necesita para usarla
adecuadamente y que está buscando en sitios apropiados para su edad. Muchas
bibliotecas públicas tienen centros de apoyo para hacer tarea con personal
dedicado a dar apoyo individual a los estudiantes. Una vez que su hijo haya
completado la fase de investigación, escúchelo cuidadosamente cuando le
comparta los puntos de discusión que quiere integrar en su informe.
★ Darle
exámenes de práctica. Por ejemplo, ayúdele a su niño de tercer grado a
prepararse para un examen de ortografía al practicar dictándole palabras.
Pídale que corrija su propio papelito mientras usted deletrea la palabra
correctamente.
★ Ayudarle
a evitar estudiar al último momento. Revise el material, identificando cómo
estudiar y qué preparar para el examen de ciencias sociales de su niño de
quinto grado con bastante anticipación. Pueden hacer un cale ndario
que defina lo que tiene que hacer para prepararse bien, hacer un examen de
práctica y anotar las respuestas correctas a las preguntas que él mismo plantee.
★ Hablar
con él sobre cómo tomar un examen. Asegúrese que su niño entienda bien lo
importante que es leer las instrucciones cuidadosamente, tener en mente los
límites de tiempo y evitar dedicarle demasiado tiempo a una sola pregunta.
Hable sobre la tarea
Al dialogar y hacer preguntas sobre la
tarea le puede ayudar a su niño a reflexionar a fondo sobre su tarea y dividir
los pasos requeridos de manera que pueda completarlos a tiempo. Estas son
algunas preguntas que usted puede hacer.
★ ¿Entiendes
bien lo que se te pide que hagas? Una vez que su niño haya leído las
instrucciones cuidadosamente, pídale que le explique en sus propias palabras de
qué se trata la tarea. (Si todavía no sabe leer, el maestro puede haber mandado
instrucciones a casa que usted le puede leer.) Algunas escuelas tienen líneas
de información donde usted puede obtener información sobre la tarea por
teléfono, o sitios en el Internet donde puede obtener la tarea si acaso se le
pierde al niño o si estuvo ausente el día que la asignaron. Si su niño no
entiende las instrucciones, léanlas juntos de nuevo y hablen sobre la tarea.
¿Contiene palabras que todavía no se ha aprendido bien? ¿Cómo pueden investigar
el significado de estas palabras? Si ninguno de los dos entiende la tarea,
llámele a uno de los compañeros de clase o al maestro.
★ ¿Necesitas
ayuda para entender cómo hacer esta tarea? Vea si su niño necesita aprender
más, por ejemplo, sobre cómo restar fracciones antes de poder completar la
tarea. O quizás el maestro necesita explicarle de nuevo cómo aplicar las reglas
de puntuación. Si usted entiende bien la materia, quizás quiera trabajar con
algunos ejemplos con su niño. Sin embargo, no se olvide de dejar que su niño
haga la tarea por su propia cuenta.
★ ¿Tienes
todo lo que necesitas para hacer esta tarea? Algunas veces su niño necesita
materiales especiales, como lápices de color, reglas para medir con el sistema
métrico, calculadoras, mapas o libros de referencia. Revise con el maestro, con
el consejero escolar, o con el director para buscar ayuda si usted no puede
proveer los materiales necesarios. Revise con su biblioteca local o escolar
para localizar libros u otras fuentes de información útiles.
★ ¿Tiene sentido
la forma en que contestaste las preguntas? Para revisar si su niño entiende
bien lo que está haciendo, pídale que le explique cómo resolvió un problema de
matemáticas o que le dé un resumen de lo que escribió en su informe.
Esté alerta por señas de la
frustración
Si su niño demuestra señas de frustración,
permita que se tome un descanso. Anímelo y hágale saber que usted tiene plena
confianza en su capacidad de completar su trabajo.
No deje de elogiarlo
Las personas de todas las edades responden
muy bien a los elogios. Y los niños necesitan palabras de aliento de las
personas cuyas opiniones cuentan más—sus familias. “¡Muy buen borrador para tu
informe!” o “Haz hecho muy buen trabajo” son palabras que le rendirán muy
buenos resultados para motivar a su niño a completar sus trabajos escolares.
Los niños también necesitan saber cuando
no han realizado su mejor esfuerzo. Pero cuide que sus críticas sean
constructivas. En vez de decirle a su alumno de sexto año, “No vas a entregar
esa basura, ¿no?” mejor diga, “El maestro va a entender tus ideas mucho más
claramente si te esfuerzas por escribir con mayor cuidado.” Y no deje de
elogiarlo cuando acabe una mejor versión “en limpio.”
Cómo ayudar: Hable con los maestros para resolver problemas
Los problemas con la tarea se pueden
evitar en gran medida cuando las familias valoran, supervisan y ayudan con el
trabajo de los niños. Algunas veces, sin embargo, esta ayuda no basta. Si surge
algún problema, aquí le ofrecemos sugerencias para enfrentarlo eficazmente.
Informe al maestro sobre sus preocupaciones
Es
bueno que usted se ponga en contacto con el maestro si se encuentra con las
siguientes situaciones:
★ Su
niño se rehusa a hacer la tarea, a pesar de sus mejores esfuerzos para apoyarlo;
★ Las
instrucciones no son claras;
★ usted
no ha logrado ayudarle a su niño a organizarse para completar la tarea a
tiempo;
★ no
puede proveer los materiales escolares necesarios;
★ Ni
usted ni su niño entienden el propósito de la tarea;
★ La tarea es
demasiado fácil o demasiado difícil;
★ La cantidad de
tarea no parece estar bien distribuida—por ejemplo, no hay tarea el lunes,
martes o miércoles, pero los jueves hay cuatro tareas que hay que entregar el
viernes; o
★ Su hijo ha
faltado a la escuela y tiene que hacer tareas atrasadas.
En
algunos casos, su consejero escolar o el director puede ayudarle a resolver
ciertos problemas.
Trabaje con el maestro
Una comunicación continua con los maestros
es sumamente importante para poder resolver los problemas con la tarea. Estas
son algunas cosas que vale la pena recordar al trabajar con el maestro de su
niño:
★ Hable
con cada uno de los maestros de su niño al comenzar el curso escolar.
Establezca una buena relación de trabajo con ellos antes
de que surjan los problemas y dígale a
cada maestro que usted espera que se le mantenga bien informado. La mayoría de
las escuelas primarias y secundarias ofrecen días de conferencias entre padres
y maestros programadas regularmente, o días de visita. Si su escuela no ofrece
estas oportunidades, llame al maestro y haga una cita para que puedan dialogar.
★
Llame al maestro tan pronto como usted identifique un problema
con la tarea (o si usted siente que su niño tiene algún problema grande con su
trabajo escolar en general). Las escuelas tienen la responsabilidad de informar
a los padres sobre el rendimiento académico y el comportamiento de los niños, y
usted tiene el derecho de molestarse si no se le informa que su niño está
teniendo dificultades hasta el día en que entregan las notas.
Por otro lado, quizás usted se dé cuenta
que hay un problema antes que el mismo maestro lo note. Al alertar al maestro,
ustedes pueden trabajar juntos para resolver cualquier problema antes de que se
convierta en un problema mayor.
★ Pida
una reunión con el maestro para dialogar sobre los problemas con la tarea.
Menciónele el propósito de la reunión. Puede decir, “Jorge está teniendo
problemas con su tarea de matemáticas. Me preocupa saber por qué no puede
acabar sus problemas y cómo le podemos ayudar.” Si usted no habla bien el
inglés, es posible que tenga que pedir arreglos especiales, como pedir que
alguien que sea bilingüe se reúna con usted, o pedir que también asista un
intérprete.
Mantenga un espíritu de cooperación y
diálogo en su comunicación con el maestro. Dé por sentado que el maestro quiere
ayudarles a usted y a su hijo, aunque no estén de acuerdo todo el tiempo. No
vaya a quejarse con el director antes de darle una oportunidad al maestro para
resolver el problema con usted y con su niño.
★ Informe al
maestro si al niño se le hace demasiado difícil o demasiado fácil la tarea. (A
los maestros también les gusta mucho saber cuando a un alumno le emociona una
tarea.) Obviamente, no toda la tarea le va a interesar a su niño de manera
especial, ni siempre va a encajar perfectamente con sus habilidades. Los
maestros sencillamente no tienen el tiempo para adaptar todas sus tareas a las
necesidades individuales de todos sus alumnos. Sin embargo, la mayoría de los
maestros desean asignar tarea que sus alumnos pueden completar con éxito y
generalmente les gusta recibir comentarios.
Muchos maestros
estructuran la tarea para que una gran variedad de alumnos se interese en ella.
Por ejemplo:—Les pueden dar varias opciones para completar la tarea sobre un
tema desde varias perspectivas. —Les pueden dar tareas extras a los estudiantes
que quieran un desafío mayor; y—Les pueden dar tareas especializadas a los
alumnos que están teniendo dificultades en ciertas áreas específicas.
★
Cuando se reúna con el
maestro, explíquele lo que usted piensa que está sucediendo. O dígale al
maestro cuando usted no sabe cuál es el problema. A veces la versión del alumno
sobre lo que está sucediendo no es la misma versión que la del maestro. Por
ejemplo, quizás su niño le haya dicho que el maestro no explica bien la tarea.
Pero el maestro quizás le diga que su niño no está prestando atención cuando el
maestro da la tarea del día.
★ Busque una forma de resolver
o minimizar el problema. La estrategia a seguir depende de cuál sea el
problema, qué tan grave sea y cuáles son las necesidades de su niño. Por
ejemplo: —¿Se le hace demasiado difícil la tarea? Quizás su niño se haya
atrasado y necesita ayuda del maestro o de algún tutor para alcanzar al resto
de su clase. —¿Necesita recuperar tiempo perdido por causa de ausencias? El
primer paso que hay que tomar es formular un plan con el maestro para recuperar
el tiempo perdido. —¿Necesita su niño apoyo especial, más de lo que se le puede
ofrecer en la casa y en la escuela? Pregúntele al maestro, al consejero escolar
o al director si hay programas en la comunidad que ofrecen apoyo individual.
Algunos programas asignan a un alumno con un asesor voluntario que le ayuda al
niño con sus necesidades específicas. Muchas escuelas, universidades,
organizaciones comunitarias, iglesias y empresas ofrecen excelentes programas
de apoyo académico.
★ Asegúrese
que la comunicación sea clara. Escuche cuidadosamente al maestro y no se retire
hasta que comprenda bien lo que se está discutiendo. Asegúrese también de que
el maestro entienda bien lo que usted le está tratando de explicar. Si después
de haber concluido la reunión usted siente que hay algo que no comprende
claramente, llame al maestro de nuevo para que le aclare.
Al final de la reunión, es
útil hacer un resumen de lo que han acordado hacer: “Muy bien, así que para
mantener un buen control de la tarea de Jaime, yo voy a revisar su libro de
tareas todas las noches y le pondré mis iniciales para indicar que he visto la
nueva tarea. Todos los días voy a revisar para asegurar que él haya copiado la
tarea en su libro. Así nos aseguraremos que yo esté al día con lo que usted le
ha encargado.”
★ El seguimiento es importante
para asegurar que lo que han acordado está funcionando bien. Si el maestro le
ha dicho, por ejemplo, que su niño necesita invertir más tiempo practicando sus
divisiones, hable con el maestro dentro de un mes para ver si su niño está
progresando. Las tareas escolares pueden acercar a los niños, sus familias y
los maestros al realizar un esfuerzo común para mejorar el aprendizaje.
Al
ayudarle a su niño con la tarea usted crea una oportunidad para mejorar las
posibilidades de que su hijo se destaque en la escuela y en la vida. Al
ayudarle con la tarea, usted le enseña lecciones muy importantes sobre la
disciplina y la responsabilidad. Usted puede abrir nuevas avenidas de
comunicación—entre usted y su hijo, y usted y la escuela. Usted ocupa un papel
único en la vida de su niño, ayudándole a relacionar el trabajo escolar con la
“vida real,” y dando un significado (y una medida de placer) a la experiencia
de su hijo con el trabajo escolar.
REFERENCIAS
Colorín Colorado (2008) 20 Maneras en que puede
ayudar a sus hijos a triunfar en la escuela
De Sá, Débora. Como ayudar a mi hijo
en sus estudios en forma efectiva
Matí, Verónica. Kit SOS: Estrategias
para ayudar a tu hijo en las tareas. Padres al límite
Adaptado de Cómo ayudar a su hijo a tener éxito en la
escuela. Departamento de Educación de los Estados Unidos. Primera
impresion en enero del 1992. Revision en 2002 y 2005.
Excelente!!!
ResponderEliminarExcelente artículo, muy completo. Gracias.
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