BULLYING

 Bullying: El papel de los padres



La intervención de los padres, tanto del acosado como del acosador, frente al fenómeno del acoso escolar o bullying es muy necesaria. Estar a uno u otro lado de la barrera es estar en el problema y tan importante es impedir que el acosador siga acosando como que la víctima siga sufriendo acosos. No obstante, abordar el problema en ambos casos no es fácil, pero antes de recomendar ciertas estrategias que ayudaran a guiar este tema, vamos a aclarar varios puntos y pautas para identificarlo y cómo afrontarlo.
El bullying escolar (acoso o intimidación)
v  Es un problema social que afecta directa o indirectamente a la víctima, victimario, padres de ambos niños, compañeros de escuela, profesores, autoridades.
v  El bullying en las escuelas ocurre como consecuencia, en la mayoría de los casos, de una familia disfuncional donde la autoestima del niño ha sido dañada y no se sienten queridos ni con derecho a ser respetados.
v  El bullying, el maltrato entre jóvenes, el acoso, la burla permanente que atenta contra la autoestima, es una réplica que hacen los chicos del mundo adulto; es decir, lo que hacen sus padres o maestros”.
Signos del bullying escolar en un niño, niña o adolescente
v  Dolores de cabeza y náuseas
v  Pesadillas en la noche, angustia y ansiedad.
v  No querer reunirse con sus amigos
v  Terror nocturno, problemas de sueño y disminución del apetito,

Qué debe hacer el escolar agredido

El niño agredido o amigo cercano al saber de este problema debe de informar al adulto en casa y al profesor.
 
Qué deben hacer los compañeros de clases y los profesores
v   Los compañeros de clase deben intervenir no con violencia sino con apoyo mediante consejos e informando a los adultos.
v   Los profesores deben intervenir de forma efectiva reuniendo a padres de familia de ambos niños o grupo. Pactar compromisos y dar sanciones que corrijan y no se empeore el problema.
v   El profesor o profesora debe intervenir ante un caso de bullying y no minimizar la situación. Debe hacer una intervención clara, consistente y directa con el agresor y los que siguen al agresor.
v No solo el maestro debe intervenir llamando la atención sino que debe volverse una práctica constante en el salón de clase”

Que deben hacer los padres de familia

v   Los padres de familia deben estar muy atentos a los cambios o quejas de sus hijos.
v  Prestarles atención, escucharlos y conversar con ellos sin minimizar la situación ni esconderla.
v  Deben mantenerse informados sobre algún tipo de dificultad o casos de bullying en el colegio y deben intervenir inmediatamente.
Cuando tu hijo es la víctima
En el caso de que los padres sospechen de que su hijo es un acosado o víctima de bullying, es sumamente positivo establecer un canal de comunicación y de confianza con tu hijo para que él se sienta cómodo al hablar contigo acerca de todo lo bueno y lo malo que está viviendo. Si tu hijo es una víctima, habla con él, y comprometerte a ayudarlo a resolver este problema. Dile que él no es el culpable de esta situación. No le hagas sentirse culpable ni le abandones. Intenta siempre algo más.
Siéntate junto a tu hijo y hablad del tema. Házle sentir que está arropado, sin estimular la dependencia. Implica a tanta gente como sea posible y sigue esos consejos:
1. Investiga en detalle lo que está ocurriendo. Escucha a tu hijo y no lo interrumpas. Deja que desahogue su dolor.
2. Ponte en contacto con el profesor de tu hijo, con la dirección del colegio y con el jefe de estudios para alertarlos acerca de lo que ocurre, y pide su cooperación en la investigación y en la resolución de los hechos.
3. No estimules a tu hijo para que se muestre agresivo o tome venganza. Empeoraría más la situación.
4. Discute alternativas asertivas para responder a los acosadores y practica respuestas con tu hijo.
5. En el caso de que el acoso continúe, prepárate para ponerte en contacto con un abogado.
6. Dependiendo del grado de ansiedad y de miedo en el que esté envuelto tu hijo, búscale un psicólogo para ayudarle a que supere este trauma. Pero jamás te olvides que la mejor ayuda, en esos casos, es la de la familia.
7. Mantén la calma y no demuestres toda tu preocupación. Demuestra determinación y positivismo.
Cuando tu hijo es el acosador
Es muy difícil para muchos padres reconocer algo negativo en la conducta de sus hijos, por eso es muy importante, cuando se detecta el caso, que ellos trabajen directamente con la escuela para resolver este problema, de una forma inmediata, ya que normalmente el problema de una mala conducta suele crecer como una bola de nieve. Lo que jamás deben hacer los padres del acosador es usar la violencia para reparar el problema. Pueden ser acusados de malos tratos hacia su hijo.
Estos consejos pueden ayudarte a canalizar la situación hacia un lado positivo:

1. Investiga por qué tu hijo es un acosador.

2. Habla con los profesores, pídeles ayuda, y escucha todas las críticas sobre tu hijo.

3. Acércate más a los
amigos de tu hijo y observa qué actividades realizan.

4. Establece un canal de comunicación y confianza con tu hijo. Los niños necesitan sentir que sus padres les escuchan
.
5. Vigilante para no culpar a los demás por la
mala conducta de tu hijo.

6. Colabora con el colegio dando seguimiento al caso y registrando las mejoras.

7. Canaliza la
conducta agresiva de tu hijo hacia algún deporte de competición, por ejemplo.

8. Señala a tu hijo que la conducta de acoso no está permitida por la familia.

9. Déjale claro lo que ocurrirá si el acoso continúa.

10. Enséñale a practicar buenas conductas.

11. No ignores la situación. Mantén la calma y procura saber como ayudar a tu hijo.

12. Ayuda a tu hijo a manifestar sus insatisfacciones y
frustraciones sin agresión.

13. Demuestra a tu hijo que le sigues amando tanto o más que antes. Pero que desapruebas su comportamiento.

14. Anímale a que reconozca su error y a que pida perdón a la víctima. Elogia sus buenas acciones.

Prevención y control del acoso escolar
Reglas para evitar el acoso escolar
El acoso escolar y la familia
Educar es una tarea muy difícil ya que los padres ni las madres son expertos en pedagogía o han nacido ya preparados para educar a sus hijos. Pero la familia se construye y su estado es considerado esencial para la socialización de los niños, a través de la transmisión de valores, normas o comportamientos. La familia es la que tiene que establecer lo que es inaceptable y lo que es aceptable, en casa y en las relaciones sociales. Según los expertos en acoso escolar, la ausencia de reglas, la falta de supervisión y de control razonables de la conducta de los hijos fuera del colegio, de lo que hacen y con quién van, una disciplina demasiado dura, la falta de comunicación y la presencia de tensiones y de peleas en la familia, pueden llevar a los hijos a la adquisición de conductas agresivas.
Recursos familiares contra el acoso
Existen cursos y reuniones en las escuelas de padres y madres que pueden orientar a los progenitores acerca de lo que se puede hacer para mantener alejados a sus hijos del bullying. Se basan, normalmente, en reglas básicas como:
1.     Preocuparse por los hijos, hablando con ellos y creando un canal de diálogo. Evitar los monólogos. Se aprende y se conoce mejor a los hijos, escuchándoles.
2.     Estar pendiente de los posibles síntomas como nerviosismo, falta de apetito, insomnio, bajo rendimiento escolar o fobia escolar.
3.     Controlar y supervisar las conductas de los hijos, observando qué hacen, a dónde van, con quién juegan, cuáles son sus intereses y proyectos.
4.     Determinar los límites y las normas. Exigir el cumplimiento de las elementales.
5.     Educar para controlar las emociones, para comportarse con los demás y para convivir con otros.
6.    Observar los comportamientos, estados de ánimo y cambios en los hábitos de los niños.
El papel de la escuela en el acoso
El tipo de disciplina que exista en las aulas y en el centro escolar es de fundamental importancia en la construcción de una buena conducta. La constante supervisión de la conducta de los niños en las aulas y en el patio, así como en el comedor, cuenta a la hora de detectar si está o no ocurriendo algún caso de acoso escolar. Profesores y cuidadores deben estar presentes y pendientes, siempre.
Actuación de la escuela frente al acoso escolar
En un principio, no cerrar los ojos a la realidad. Establecer reglas para evitar el bullying, mantener un buzón de sugerencias y de quejas siempre abierto, tratar el tema a través de cursos, conferencias o tutorías, poner a cuidadores o vigilantes en el comedor, en el recreo, y en otras zonas de riesgo, introducir y mantener asignaturas de educación en valores, e intervenir de una forma rápida, directa y contundente en el caso de haya alguna sospecha de acoso escolar. En complicidad con el centro escolar, los profesores deben colaborar en la identificación de algún caso, o simplemente estableciendo con sus alumnos unas normas de no agresión.

Las instituciones y los medios de comunicación
Crear y mantener un teléfono público para los niños es una forma de abrir una puerta a sus posibles conflictos. Las campañas anuales de sensibilización también pueden funcionar para prevenir el acoso escolar. En cuanto a los medios de comunicación, sería interesante y muy viable que controlasen más los contenidos que emiten o publican. La sociedad en general debe prevenir y atajar posibles brotes de acoso. Es necesario estar atento y no dejar pasar nada o pensar que todo es normal o se trata de una broma. Cuando un niño se burla, amenaza o pega a otro niño, se debe intervenir para que eso no se repita. Cuando en el patio del colegio alguien se burla del aspecto de otra persona, hay que reprenderle.
Importante

Lo primero que tenemos que saber es que el bullyng. Durante la niñez los niños se pelean, en muchas ocasiones se enfadan e incluso se llegan a insultar. No se trata de que esas conductas queden impunes o que no tengan consecuencias, pero tampoco se pueden confundir con el bullyng. Para hablar de bullyng, tiene que haber un acoso continuado en el tiempo de un niño hacía otro. No se trata de una pelea puntual, normalmente, el agresor tiene un comportamiento provocador y de intimidación permanente. Se observa en niños en edades relativamente cercanas.  

Tipos de acoso escolar
Con frecuencia aparecen varios tipos de forma simultánea:
Físico: consiste en la agresión directa a base de patadas, empujones, golpes con objetos. También puede ser indirecto cuando se producen daños materiales en los objetos personales de la víctima o robos.
Verbal: es el más habitual. Sólo deja huella en la víctima. Las palabras tienen mucho poder y minan la autoestima de la víctima mediante humillaciones, insultos, motes, menosprecios en público, propagación de rumores falsos, mensajes telefónicos ofensivos o llamadas, lenguaje sexual indecen te…
Psicológico: se realiza mediante amenazas para provocar miedo, para lograr algún objeto o dinero, o simplemente para obligar a la víctima a hacer cosas que no quiere ni debe hacer…
Social: consiste en la exclusión y en el aislamiento progresivo de la víctima. En la práctica, los acosadores impiden a la víctima participar, bien ignorando su presencia y no contando con él/ ella en las actividades normales entre amigos o compañeros de clase.
Recomendaciones finales
Padres de niños acosados
  • Observe la actitud de su hijo para detectar señales de acoso: No siempre los niños son propensos a decir que los están intimidando. Entre las señales de que un niño está siendo acosado figuran: ropa desgarrada, temor a ir a la escuela, disminución del apetito, pesadillas, llanto o depresión y ansiedad general. Si descubre que su hijo es objeto de acoso, no recurra a frases como “no le hagas caso” ni “aguanta sin quejarte”. Por el contrario, sostenga conversaciones abiertas en las que pueda enterarse de lo que ocurre en la escuela con el fin de tomar medidas apropiadas para rectificar esa situación. Pero esto es lo más importante: hágale saber a su hijo o hija que está dispuesto a ayudarle y que no intente contraatacar al acosador.
  • Enséñele a su hijo a hacerle frente al acoso: Mientras no se pueda tomar alguna medida a nivel administrativo, enséñele a su hijo a hacerle frente a la intimidación sin exponerse a ser maltratado físicamente ni derrotado en una pelea. Practique en casa para que su hijo aprenda a ignorar al acosador y/o crear estrategias enérgicas a  fin de manejar la situación. Ayude a su hijo en la identificación de maestros y amigos que pudieran ayudarlo en caso de ser víctima de intimidación.
  • Establezca los límites con respecto a la tecnología: Manténganse informados, tanto usted como sus hijos, acerca del acoso cibernético, e incúlqueles a sus hijos que no deben responder mensajes amenazadores, ni tampoco reenviarlos. Hágase “amigo” de su hijo o hija en Facebook o Myspace, y active los filtros adecuados en su computadora. Además, trate de que la computadora familiar sea la única que usen sus hijos, y colóquela en un sitio de la casa donde esté visible y pueda ser supervisada. Si decide darle a su hijo un teléfono celular, analice con cuidado antes de permitirle que use la opción de cámara. Además, comuníquele que va a supervisar sus mensajes de texto. Como padre, usted puede insistir en que los teléfonos se guarden en un área donde todos tengan acceso (como la cocina) a determinada hora de la noche, para impedir el acoso nocturno y los mensajes inadecuados. Los padres deben reportar el caso de intimidación en la escuela, y darle seguimiento por medio de una carta con copia al Superintendente Escolar si su pesquisa inicial no recibe respuesta.
Los padres deben reportar a la policía los mensajes amenazadores y guardar las evidencias pertinentes de los mensajes de texto, de correo electrónico, o los comentarios colocados en los sitios web.


Padres de niños acosadores
  • Detener el acoso antes de que comience: Hable con sus hijos acerca del acoso escolar. Es posible que su hijo esté confrontando problemas para comprender los signos sociales, e ignore el daño que está haciendo. Recuérdele a su hijo que intimidar a otros puede acarrear consecuencias de índole jurídica.
  • Una casa “libre de acosadores”: Los niños imitan las formas de comportamiento que adoptan sus padres. Estar expuesto a un comportamiento agresivo o a un entorno demasiado estricto en casa hace que el niño tenga más propensión al acoso escolar. Los padres/tutores deben dar ejemplos positivos en su forma de relacionarse con otras personas y con sus hijos.
  • Detectar problemas de autoestima: A menudo, los niños con problemas de autoestima acosan a otros para sentirse bien consigo mismos. Incluso los niños que gozan de cierta popularidad y aceptación pueden tener tendencias crueles. Los padres deben evitar y castigar el comportamiento cruel de sus hijos.

Referencias
Alava Silvia. Cómo detectar si nuestros hijos son víctimas de acoso escolar. Qué pueden hacer los padres si sus hijos sufren bullying. Centro de Psicología Álava Reyes Consultores
American Psychological Association 2013
Betty Elias Corani Terror nocturno o ansiedad son signos de bullying


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